Este jueves 04 de julio, se colocó el décimo noveno Código QR en el Puente Grau, en sencilla ceremonia que, como ya es costumbre, se complementó con el programa de Lecturas Públicas y Memoria Histórica de Arequipa, en el código QR, se puede leer virtualmente un resumen de la historia del Puente Grau, construido entre 1884 y 1898, contando con más de un siglo de existencia al servicio de Arequipa. Su constructor fue el arquitecto Juan Rodríguez.

La actividad culminó con la participación del Dr. Rommel Arce Espinoza, Director de la Biblioteca Pública Municipal, con el programa de Lecturas Públicas y Memoria Histórica de Arequipa, con la lectura de poemas del arequipeño Alberto Vega Herrera.

En el evento estuvieron presentes el Arq. Rodolfo Nicoli Segura, Director de la Dirección Desconcentrada del Ministerio de Cultura, el Artista Plástico Teodoro Núñez Medina, y el Ing. Alberto Alarcón de la Gerencia del Centro Histórico.

PUENTE GRAU
El Puente Grau fue construido entre 1884 y 1898, contando con más de un siglo de existencia al servicio de Arequipa. Su constructor fue el arquitecto Juan Rodríguez.

En 1884, y según la memoria municipal de ese año, se adjudicó la obra del “Puente Grau” a los señores Juan Rodríguez y Manuel H. Prado, quienes se comprometieron a hacerlo por 11,985 soles, comprendiéndose solo la mano de obra, pues los materiales debía proporcionarlos el Concejo.

“(…) el contratista de la obra del puente, D. Juan Rodríguez, es digno de todo aplauso, no sólo por la buena ejecución de la obra, cuyas condiciones ha mejorado relativamente a las estipuladas, sino también por el patriótico desprendimiento con que ha hecho gastos que no eran de su obligación, y rebajas considerables en los precios de las obras accesorias”, informó el 28 de diciembre de 1885, Luis Llosa, quien era, por entonces, alcalde accidental de Arequipa.

En su memoria el alcalde Luciano Bedoya observaba que para “el trabajo del puente se ha hecho contratos parciales, por no haberse levantado el presupuesto general de la obra, y de aumento en aumento, y con frecuentes modificaciones se va llegando a un término tal vez inesperado”. En efecto, afirmaba que el “contrato principal, fue sólo de la mano de obra de tres arcos, de cierta altura; después se aumentó un arquillo; luego se trató de los alares; en seguida de aumentar la altura de los machones; y, así, de los muros de retén, del arco invertido, etc.”

Fuente: Mario Rommel Arce Espinoza. Calles, Plazas y Puentes de Arequipa. Arequipa, 2012.

SUB GERENCIA DE RR.PP. Y PRENSA

Agradecemos su Difusión