Se realizó la ceremonia virtual de colocación del nonagésimo sexto Código QR y los sexagésimo quinto Escudo Azul-UNESCO, en el Instituto Chaves de la Rosa, actual Centro de Atención Residencial del Niño “Chaves de la Rosa” de la Beneficencia de Arequipa, ubicado en la avenida 335, 337, 339 y 341 esquina con la Av. La Paz Nro. 500, es de estilo Neorenacentista, abarcando este complejo también la calle Don Bosco (antes calle Chaves de La Rosa) 201 y 203, está declarado como patrimonio cultural de la nación por Resolución Jefatural Nº 348-91-INC/J. del 08 de marzo 1991 y publicado el 18 marzo 1991.

En la ceremonia se tuvo la participación del Arq. César Berríos Claverías, Gerente del Centro Histórico y Zona Monumental; CPC. Rissy Calderón Zeballos, Presidente del Directorio de la Beneficencia de Arequipa; Arq. Rodolfo Nicoli Segura, Director de la Oficina Desconcentrada del Ministerio de Cultura; Eduardo Ugarte y Chocano, Presidente del Comité Peruano del Consejo Internacional de Museos ICOM Perú y Encargado del Escudo Azul UNESCO; del Dr. Mario Rommel Arce Espinoza, Director de la Biblioteca Pública Municipal y del Lic. Gonzalo Gómez Zanabria, Historiador de la Gerencia del Centro Histórico.

Por su parte el Dr. Mario Rommel Arce, Director de la Biblioteca Pública Municipal, tuvo a su cargo el Programa de Lecturas Públicas y Memoria Histórica de Arequipa, quien leyó el poema “La Instrucción” del poeta arequipeño Juan José Reinoso.

INSTITUTO CHAVES DE LA ROSA, ACTUAL CENTRO DE ATENCIÓN RESIDENCIAL DEL NIÑO “CHAVES DE LA ROSA DE LA BENEFICENCIA DE AREQUIPAEl Instituto Chaves de Rosa actual sede de centro de atención residencial del Niño Chaves de la Rosa se encuentra ubicado en la Goyeneche 335-337-339-341 esquina Av. La Paz 500, es de estilo Neorenacentista, abarcando este complejo también la calle Don Bosco (antes calle Chaves de La Rosa) 201 y 203, está declarado como patrimonio cultural de la nación por Resolución Jefatural Nº 348-91-INC/J. del 08 de marzo 1991 y publicado el 18 marzo 1991.

Este inmueble de la Sociedad de Beneficencia de Arequipa fue construido sobre el fundo rustico denominado “El Buen Retiro”, que limitaba con la antigua acequia de la huerta del asilo Andia que desangraba la acequia de Miraflores y que fue comprado en 1922 y 1932 al Monasterio de las Carmelitas Descalzas de San José y Santa Teresa como al Arzobispado de Arequipa, como particulares.

La beneficencia de Arequipa decidió vender la antigua “Casa de Huérfanos” por lotes el inmueble, que se hallaba en la calle general Trinidad Moran lo que fue el antiguo Colegio de Santiago de Arequipa de los Jesuitas actual claustro de La Compañía, debido a las nuevas gestiones tanto de Carlos Tester (1916-1917), Manuel Arispe (1921) y José Fermín Portugal (1922), consiguiendo los fondos para comprar terrenos al obispado de Arequipa y chacras de particulares donde levantaría dicho Orfelinato para niños abandonados, en honor al gran benefactor de dichos infantes huérfanos, Pedro José Chaves de la Rosa Galván, obispo de Arequipa (1740-1819), siempre dirigido por las hermanas de caridad.

Su primera piedra fue el 31 de julio de 1921 como parte del programa de las festividades conmemorativas acordadas por el Consejo Provincial que contó con la colaboración de instituciones y sociedades locales de primer centenario de la independencia del Perú como la “colocación de la primera piedra del nuevo edificio para la nueva Casa de Huérfanos” y cuya inauguración fue el 9 de diciembre de 1924, un antes del día del centenario de la batalla de Ayacucho.

Uno de los puntos más destacados dentro de dicho complejo que se conservaron es el conocido torno donde se podía dejar a niños recién nacidos. Una vez terminado dicho orfelinato este se encontraba en la esquina de la calle de Goyeneche con don Bosco, calle que también se denominó como “Chaves de la Rosa”, que con el devenir del tiempo fue perdiendo su nombre original ganando la denominación calle don Bosco.

En la época que se construyó este inmueble se utilizaron materiales de primera, muchos de ellos fueron importados dese Europa y Estados Unidos y que hasta la actualidad conservan muchas de sus puertas y ventanas de madera de Pino, al mismo tiempo es de notar que casi todos sus techos son de rieles. Los bloques primigenios de este inmueble son los que dan a la Avenida Goyeneche conservando ese estilo Neorenacentista y donde estaban los dormitorios de niños y niñas y, al lado donde hoy se encuentra el albergue Hogar de María estaban las habitaciones de las hermanas de San Vicente de Paul.

Es bueno recordar, que no existía la calle la Paz, la misma que fue parte de las chacras que compró la beneficencia para dicho complejo, solo luego de muchas gestiones de la municipalidad ante la beneficencia logró abrir dicha calle La Paz y separa al complejo Chaves de la Rosa del resto de sus chacras (completo de habitacional don Bosco- La Paz). En 1922 se inicia la construcción del complejo Chaves de la Rosa, con el financiamiento adecuado se terminó e inauguró el 8 de diciembre de 1924, en la Avenida Goyeneche bajo la dirección de Emilio A. Rivera (1923-1924), siendo inspector y subinspector José Luis Bustamante y Rivero, tribuno, jurista y patricio de Arequipa como presidente de la república (1945-1948).Para la inauguración tomó la palabra el alcalde y obispo de Arequipa, tomándose fotos de recuerdo de los locales principales a dicha entrada. Consecutivamente se inaugura la capilla el 8 de diciembre 1938, ampliándose la cocina talleres y demás locales y, donde hoy se encuentra el Archivo Central (enfermería) de la institución.

Llego a albergar hasta trescientos niños, entre mujeres y varones y administrado por las hermanas de la caridad de San Vicente de Paúl hasta 1970, no obstante, en noviembre de 1924, la Casa de Huérfanos, contaba con 9 hermanas de la caridad, 45 empleados y niños varones 111 y 130 niñas, sumando de ambos sexos 241. Aquellas hermanas dirigieron el colegio del mismo nombre y albergue a niños abandonados. Previamente para financiar la construcción del nuevo local se dividido en lotes y vendió la Casa de Huérfanos de la calle Trinidad Moran (antigua calle del teatro) que los albergo desde 1788. Una directora muy querida en el siglo XX fue Sor Etinne Meunier.

Como dijimos el actual complejo sufrió varias ampliaciones de sus terrenos que compraron a particulares e Iglesia Católica con dinero propio. Con el tiempo casi pierde parte de los mismos por malas administraciones entregándolo sin ningún beneficio al MINSA y otras instituciones que no dan ningún apoyo a la institución y se adueñan de la propiedad sin compensación alguna.En la década de los 60 del siglo XX a raíz de los terremotos catastrófico de 1958 y 1960 para la ciudad de Arequipa se inicia la ampliación de nuevas zonas en dicho complejo Chaves de la Rosa, los cuales se conservaron hasta el primer tercio de siglo XXI, cuando se hizo ampliaciones y modificaciones profundas con presupuestos que se pudo conseguir año a año gracias a una buena gestión. Dentro de aquellas nuevas obras inauguradas por el presidente Alberto Villegas de la Cuba (1965-1966) que inicia la beneficencia en el complejo, comenzó a contar con nuevos baños, un gran comedor, enfermería, cocina y talleres para que los albergados hagan diversas actividades manuales.

En 1999 según acuerdo de Directorio del 20 de octubre de dicho año, surge el programa Hogar de María, durante la presidencia de Herminio Salazar Monroe (1997-2000) para mujeres abandonadas mismo que aborda el servicio a la colectividad contra estos males, reconocemos que la gran cantidad de beneficiarios son migrantes o de tal origen, como dicen ya no es una acción caritativa sino de bienestar, pero manteniendo el espíritu de fundadores y donadores de la institución.

El complejo fue transformado varias veces refaccionado y la última en importancia fue durante la gestión de Edgardo Calderón Paredes (2011-2018), donde se modernizó muchos de los ambientes y renovó los sistemas de agua, desagüe y luz.Hoy en día denominado “centro de atención residencial del niño Chaves de la Rosa” a cargo de la Sociedad de Beneficencia Arequipa como lo establece el Decreto Legislativo Nº 1411 desde el 2018, sigue recibiendo a niñas y niños de 0 a 13 años, sin cuidados parentales y/o en riesgo de perderlos, continuando su función como albergue provisional brindando una atención integral (alojamiento, alimentación, vestido, salud, educación) desde el primer momento que son derivados por fiscalías, juzgados de familia y la Unidad de Protección Especial.